NOMBRE: ESTER CHAVEZ VAIL

MUNICIPIO: SAN MIGUEL SIGUILA

DEPARTAMENTO: QUETZALTENANGO

Ester Chávez Vail, tiene 40 años vive en la Aldea el Llano San Miguel Siguila.

Doña Ester solo cursó quinto primaria, por diversas situaciones no pudo seguir estudiando y uno de los motivos fue tener que ayudar a sus padres en el trabajo de campo en la siembra de maíz. En la época de trabajo ella se iba a trabajar con los vecinos, le pagaban y de esa manera compraba su ropa, porque ella, comenta, que son nueve hermanos y el papá no se bastaba con los gastos en casa.

A la edad de 19 años se casó y todo marchaba bien tuvo tres hijos. Trabajó como promotora voluntaria en su comunidad en la pesa y talla de niños solo fue por tres años.

Su esposo decidió emigrar a los Estados Unidos, ahora él tiene otra familia, Doña Ester decidió trabajar en San Juan Ostuncalco, en la elaboración de tamales de arroz de papa y atoles para sacar a sus hijos adelante. Trabajó cinco años, pero por motivo de la pandemia ya no siguió trabajando. Lo anterior es debido a que ya no están trabajando los buses. Comenta que una su vecina tiene su granja de gallinas ponedoras y que ya los huevitos no alcanzan, muchas personas compran con ella. Doña Ester le preguntó si ella podía poner su propia granja y la señora la ayudó le dijo dónde comprar las gallinas y el concentrado, ella tenía unos ahorros y tomó la decisión de comprar una docena de gallinas ponedoras y concentrado. Ahora ya compró otras doce gallinas ponedoras y se ha dedicado a vender huevos. Comenta ella que tiene para el sustento de su familia y también va a trabajar en el campo, le ha afectado lo de la pandemia, pero ella dice que confía en Dios que cuando pase todo esto ella volverá a trabajar en la elaboración y venta de tamales. Pero seguirá con su granja, algo bueno le dejará esta pandemia, ya que fortalece en ella el emprendimiento.

Así como doña Ester, hay muchas socias de I’x B’alam que están buscando estrategias para sufragar gastos en que incurren las familias, en este caso para bien de su hogar, sus hijos. Es un ejemplo de emprendimiento. Doña Ester es una socia que les da su mensaje a los colectivos de mujeres que hay en las comunidades que cubre el Programa Maya de que “de esta salimos” y pronto podremos encontrarnos y seguir con el programa para bien de nuestras comunidades.